Un ratio alto indica mayor autonomía financiera, menor riesgo de endeudamiento y una capacidad sólida para afrontar imprevistos. En cambio, un ratio bajo sugiere una fuerte dependencia de la financiación externa, lo que puede aumentar la vulnerabilidad ante crisis económicas.
Este indicador es clave para la toma de decisiones financieras, ya que permite a empresas e individuos conocer su estabilidad económica y planificar estrategias para mejorar su sostenibilidad a largo plazo.
¿Cómo se calcula el ratio de independencia financiera?
La fórmula utilizada para calcular este ratio es:
Donde:
RIF = Recursos Propios Total de Activos × 100
Total de Activos: La suma de todos los bienes y derechos de una empresa o persona, incluyendo dinero en efectivo, inversiones y bienes físicos.
Recursos Propios: Representa el capital propio sin financiamiento externo (patrimonio neto en el caso de empresas).
Ejemplo de Cálculo del ratio de independencia financiera
Si una empresa tiene:
Total de activos: 1,000,000 €
Recursos propios: 500,000 €
Aplicando la fórmula:
RIF = 500,000 1,000,000 × 100 = 50%

Esto significa que el 50% de sus activos están financiados con capital propio y el otro 50% con fuentes externas
Interpretación del Ratio
Menor al 30%
- Alta dependencia de la deuda. Vulnerabilidad financiera ante crisis económicas o cambios en los tipos de interés.
Entre 50% y 70%
- Buena independencia financiera. Tiene una mezcla equilibrada de fondos propios y ajenos.
Mayor al 70%
- Excelente independencia financiera. La entidad opera con poca deuda y tiene autonomía financiera.